Este libro presenta un recorrido por las dimensiones americanas del pensamiento exiliado que supera las limitaciones hermenéuticas del hispanismo, revisa críticamente ciertos lugares comunes y señala nuevos, señalando referencias, problemas y nuevas claves de interpretación.

En esta obra de estudios de la memoria predomina el enfoque transnacional y, en los análisis, una inclinación ética y política que hace que el libro se distancie de las cuestiones formales que dominaban en los anteriores volúmenes. Introducimos, además, un apartado dedicado al estudio de la memoria de ciertos grupos de exiliados.